Decía Jose Luis de Villalonga que los libros son como espejos y que mirándonos en ellos descubrimos quiénes somos.

50 Sombras de Grey nos ha ayudado a descubrir facetas de nosotras mismas que hasta ahora desconocíamos. Algunas habéis descubierto nuevas e imaginativas formas de disfrutar del sexo y otras (aunque parezca bizarro) un lado maternal y protector de vuestra personalidad del que hasta ahora no erais conscientes.

En mi caso yo he redescubierto el regocijo de comer bien (que no mucho) después de hacer el amor (o follar duro). Un placer casi olvidado y muy recomendable del que raramente disfrutamos debido al ritmo frenético con el que vivimos el día a día.


Salvado el trámite de exponeros una excusa medianamente coherente con la que enchufaros el tema del que me apetecía hablar hoy (porque puedo), paso a introduciros cinco recetas ricas, ricas que aparecen en una o más ocasiones en alguno de los libros. Aunque más adelante seguramente me anime a ir añadiendo más platos para esta ocasión he elegido los huevos revueltos con bacon, las tortitas americanas, las vieiras con chorizo, el solomillo de ternera Wellington y el bacalao negro.

Conociendo el carácter perfeccionista de E.L. James y la forma en que Kelly Marcel (la guionista encargada de escribir el guión de la película 50 Sombras de Grey) aborda habitualmente sus escritos, es de esperar que la película 50 Sombras de Grey reproduzca fielmente las escenas y escenarios que aparecen en los libros. Escenarios en los que  incluyo, como no, los guisos y platos que de forma tan exquisita y minuciosa describe la autora.

Así, mientras esperamos que la magia del cine nos permita disfrutar en 3D de los guisos (y del pene) del señor Grey os dejo con las recetas para que aquellas que os apetezca podáis deleitaros  en casa con los auténticos platos que los protagonistas de 50 Sombras de Grey, Ana y Christian, degustan durante sus periplos por el norte de los Estados Unidos y Europa.

1. Huevos revueltos con bacon

Los huevos revueltos son una constante del día después en casi todas las culturas del mundo y un plato que aparece en repetidas ocasiones en los libros de 50 Sombras de Grey. Preparados en casa y servidos en la cama son una forma inequívoca (un standard transidiomático al uso) con la que dar a entender a tu compañero o compañera de juegos lo bien que lo pasaste la noche anterior. Se trata de una receta rápida y socorrida que podemos tomar también como comida o cena.

- Desayuno – susurra, haciéndolo sonar deliciosamente erótico.
¿Cómo puede hacer que unos huevos con beicon suenen a fruta prohibida? Es una destreza extraordinaria.

Ingredientes:
- 4 Huevos medianos
- 100 gramos de bacon en tiras
- Aceite de oliva virgen
- Sal
- Pimienta negra molida

Preparación:
1. Vertimos un poco de aceite de oliva en un sartén.
2. Mientras el aceite se calienta rompemos los huevos y vertimos su contenido en un plato hondo. Utilizamos un tenedor para mezclar las yemas con la clara.
3. Cuando el aceite esté caliente, saltemos el bacon hasta que quede dorado, a fuego medio.
2. Bajamos el fuego y vamos añadiendo los huevos. Utilizamos una cuchara o útil de madera para revolver el huevo y mezclarlo con el bacon sin estropear el teflón del sartén.
3. Cocinamos los huevos al gusto y salpimentamos antes de servir.

Receta sencilla y sin gran misterio que roza cuasi explícitamente el insulto a la  inteligencia. En el fondo se trata de preparar un desayuno altamente calórico (con el que recuperar fuerzas) con las cosas que puedas encontrar en el frigorífico sin armar un desaguisado en la cocina.  Dos consideraciones. La primera; ten cuidado con el aceite si te da por cocinar medio desnuda y con resaca. La segunda consideración y consejo Cosmopolitan del día; el bacon, como las básicos en el fondo de armario, es un sinónimo de una personalidad equilibrada. Desconfía de quien no tenga bacon en la nevera.

2. Pancakes o tortitas americanas

El desayuno preferido de Ana. Los pancakes o tortitas americanas son una especie de crep especialmente esponajada que se elabora a partir de una masa elaborada con leche, mantequilla, huevos, harina, levadura y azúcar. Pese a que la receta tiene su origen en Rusia es un desayuno muy popular en Estados Unidos y América latina. Es un plato habitual en Argentina, Chile, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela, y México, en donde se las conoce como hotcakes. Seguramente las conozcas. Aunque no las hayas probado probablemente estés cansada de verlas por la tele o en el cine.

- ¿Tienes hambre?
- Mucha – me contesta con una mirada intensa.
Creo que no se refiere a la comida.
- ¿Tortitas, beicon y huevos?

Ingredientes:

- 1 huevo
- 120g (1 taza) de harina de trigo
- 200ml (entre 3/4 y 1 taza) de leche entera.
- 30ml (2 cucharas) de aceite vegetal (o de girasol)
- 20g (1,5 cucharas) de azúcar
- 15g (3 cucharitas) de levadura en polvo
- 2,5g (1/2 cucharadita) de sal
- 5g (1 cucharadita) de canela molida

Preparación:
1. Mezcla primero los ingredientes secos.
2. Después añade los ingredientes húmedos.
3. Mezcla bien, hasta que no quede ningún grumo.
4. Verte pequeñas cantidades en una sartén engrasada con mantequilla (fuego lento-medio para que no se quemen).
5. Vira la tortita cuando empieza a formar burbujas.

En Estados Unidos lo habitual es acompañar las tortitas con sirope de maple (en inglés maple syrup), conocido también como jarabe de arce. No obstante están igual de ricas con fruta fresca, nutella, nocilla, mermelada, miel, dulce de leche o con (casi) cualquier otra cosa que se te ocurra.  Se que me vas a decir que con Chritian… ¿Con que te gustaría acompañarlas a ti?

3. Chorizo y Vieiras con pimientos rojos asados y Chalotas, salpicado de perejil.

Plato que sirve Grace en casa de la familia Grey el día que Christian invita a Ana a conocer a sus padres. Pese a que en el plato que describe E.L. James en el libro las vieiras van también acompañadas de pimientos rojos asados y chalotas, la receta más parecida que hemos podido encontrar son las Vieiras al plato con Chorizo. Para las que no las conozcáis las vieiras son un tipo de molusco emparentado con las almejas y las ostras muy apreciadas sobretodo en Galicia. Para referirse a ellas se suele utilizar el termino gallego vieira aunque en castellano en realidad se llaman veneras.  Algunas fuentes apuntan a que la vieira debe su nombre a Venus, la diosa del amor, del deseo y de la belleza. Con frecuencia  a las vieiras se le atribuyen propiedades afrodisíacas (sobre todo cuando se acompañan de caviar, champán y la compañía de Christian).

Vieiras con chorizo

Huele delicioso: chorizo y vieiras con pimientos rojos asados y chalotas, salpicado de perejil. A pesar de que tengo el estómago revuelto por las amenazas de Christian, de las miradas subrepticias de la bella Coletitas y del desastre de mi ropa interior desaparecida, me muero de hambre. Me ruborizo al caer en la cuenta de que ha sido el esfuerzo físico de esta tarde lo que me ha dado tanto apetito.

Ingredientes:

- 8 Vieiras (las cortaremos por la mitad para obtener 16 discos más finos).
- 12 rodajitas de chorizo cortadas finitas (no más de 3mm)
- 1 limón
- Perejil fresco picado
- 2 cucharaditas de aceite de oliva

Preparación:
1- Echamos dos cucharaditas de aceite en el sartén.
2- Cuando esté caliente echamos las rodajitas de chorizo y las hacemos 1 minuto por cada lado.
3- Retiramos el chorizo y lo ponemos en un cuenco.
4- En el mismo sartén que hemos hecho el chorizo, echamos ahora los discos de las vieiras y las hacemos minuto y medio por cada lado aproximadamente. Tienen que quedar marcaditas por fuera y tiernas por dentro.
5- Añadimos a la sarten las rodajitas de chorizo que teníamos reservadas y rociamos con el zumo de medio limón, dejándolo un rato hasta que reduzca un poco.
6- Emplatamos y echamos perejil fresco picado por encima.

4. Bacalao negro con espárragos y puré de patatas con salsa holandesa

Plato que degusta Ana mientras negocia con Christian las condiciones del contrato de sumisión. El bacalao negro, en inglés Black Cod, es un pescado tan apreciado como difícil de encontrar. Las zonas de pesca en las que se puede capturarse este preciado pez se hayan principalmente  en el norte de Alsaka y los mares subantártidos. Si tienes la ocasión de degustarlo descubrirás un sabor delicado y una textura muy particular.

Mi cabeza esta nadando con todas sus palabras. El camarero aparece con nuestros platos: bacalao negro, espárragos y puré de patatas con salsa holandesa. Nunca me había sentido menos que la comida. Espero que te guste el pescado – dice Christian suavemente.

Ingredientes:

- 120g de bacalao negro
- 60g de espárragos trigueros
- 20g de almendras tostadas
- Tomates cherry
- Almejas
- 50g de patata
- 10g de hierba limón
- 10g ajo picado
- 10 chalotas picadas
- 50ml de crema
- 10g de mantequilla
- 1g de albahaca
- 1g de tomillo
- 1g de perejil
- Aceite de oliva
- Azúcar, sal y pimienta al gusto

Praparación
1- Salpimentar el Bacalao.
2- Sellar y cocer en el horno a 160ºC durante 6 minutos. Retirar a un lado y dejar reposar.
3- Para preparar los espárragos almendrados, primero cortar los espárragos y saltear en una sartén con mantequilla. Agregar las almendras tostadas y condimentar al gusto.
4- Para preparar el confit de tomate, primero escaldar y pelar los tomates. A continuación dejar marinar con aceite de oliva, azúcar, sal y pimienta. Agregar la albahaca en rodajas y cocer en el horno a 90ºC durante 1 hora. Dejar que se enfríe.
5- Para cocinar las patatas. Hervir en una sartén con mantequilla. Añadir el tomillo y sazonar al gusto.
6- Para preparar las almejas. Primero calentar el aceite en una sartén hasta comience a echar humo. Llegado este punto añadir las almejas. A continuación añadir las chalotas picadas, el ajo y la hierba limón.
7- Por último agregar la crema y la mantequilla. Sazonar al gusto y añadir el perejil picado.

5. Solomillo de Ternera Wellington

Plato que Ana y Christian degustan en compañía de la familia Grey durante la misma comida en la que ambos prueban las vieiras con chorizo. Aunque el origen de esta receta es incierto se cree que podría estar relacionado con la figura de Arthur Wellestey, nombre del que fuera primer duque de Wellington. La primera referencia a este plato, de la que se tiene constancia, es un apunte referente a la misma que aparece en un libro de cocina fechado en 1896.

 Vuelve miss Colitas Europeas, toda miradas coquetas y vaivén de caderas, trayendo el plato principal: ternera Wellington, me parece. Por suerte, se limita a servir los platos y se marcha, aunque se entretiene más de la cuenta con el de Christian. Me observa intrigado al verme seguirla con la mirada mientras cierra la puerta del comedor.

Ingredientes:
- 1 kg de solomillo de ternera
- 400 g de champiñones
- Mostaza a la antigua
- 8 Lonchas grandes de jamón serrano
- Masa de hojaldre
- 1 yema de huevo
- Sal
- Pimienta Negra molida
- Aceite de Oliva Virgen Extra

Preparación:
1- Comenzamos picando los champiñones. Nos ayudamos del accesorio picador de la batidora y los preparamos muy picados. Como si quedase casi una pasta. Los salpimentamos y los salteamos hasta que pierdan el agua.
2- A continuación salpimentamos el solomillo y lo doramos en una sartén para sellarlo. Procuraremos que quede bien sellado por ambos lados. Lo retiramos y una vez templado, lo untamos con moztaza.
3- Por otro lado, colocamos el jamón sobre un film transparente. De esta forma crearemos una base con la que más adelante enrollaremos el solomillo.
4- Extendemos los champiñones ya picados sobre la base de jamón que acabamos de preparar..
5- Colocamos el solomillo sobre el jamón y los champiñones. Enrollamos el y apretamos hasta conseguir que una pieza compacta. Lo metemos 15 minutos al frigorífico para conseguir que quede fija la forma.
6- Precalentamos el horno a 200ºC. Calor arriba y abajo.
7- Extendemos el hojaldre y colocamos la carne sobre él -sin el film-. Pintamos los bordes del hojaldre con huevo para que sellen bien. Envolvemos la carne haciendo un paquete y cortamos el sobrante. Le damos la vuelta con los pliegues hacia abajo y lo ponemos sobre la bandeja del horno. Pintamos con huevo batido toda la superficie del hojaldre para que dore bien. Dejamos reposar 15 minutos más en frío. El hojaldre está caliente y se nos puede abrir.
8- Pintamos de nuevo y horneamos 20 minutos a 200ºC y 15 minutos más con el horno a 180ºC.
9- Dejamos reposar antes de servir unos 15 minutos más.

 

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