Si te ha sabido a poco devorar los tres libros que componen la trilogía, te ofrecemos una lista de libros parecidos a Cincuenta Sombras de Grey que si bien no conseguirán hacerte olvidar a Christian Grey si te ayudarán a pasar el mono psicotrópico que nos provoca a casi todas la lectura del  best seller de E. L. James.

En la lista encontrarás 15 novelas ordenadas siguiendo las preferencias de lectoras que han leído Cincuenta Sombras de Grey y han decido comenzar a leer otra historia del mismo género. Los relatos en que la trama se extiende a más de una entrega se han agrupado en un solo punto.  ¿Ya os habéis leído alguno de ellos y quereis contarnos que os ha parecido?¿Pensáis comprar o regalar Cincuenta Sombras de Grey o alguno de los libros de la lista durante estas Navidades?.  Hacednos llegar vuestras opiniones!

1. No te escondo nada y Reflejada en ti

No te escondo nadaReflejada en ti y Desnuda ante ti. El clon de Cincuenta Sombras de Grey ya está en tu librería más cercana. La escritora Silvya Day estrena la trilogía Crossfire, una novela con una estructura similar a la de 50 Sombras  (hasta la portada es sospechosamente parecida: donde había una corbata, aquí hay unos gemelos). En sus páginas, Eva Trammel y Gideon Cross viven una tórrida relación, con trauma infantil de por medio, mientras disfrutan de los lujos millonarios de Nueva York.

2. Treinta noches con Olivia

Treinta noches con Olivia.  Olivia quiere dar un giro a su monótona vida y buscar nuevas experiencias. Ella ansía vivir una aventura y liberarse de los cánones establecidos. Pero en el pequeño pueblo de Burgos en el que reside no abundan los hombres. La oportunidad de dar rienda suelta a sus fantasías se le presenta cuando aparece Thomas, un inglés estirado y prepotente al que ella no soporta, pero por el que se siente tentada y atraída. Las cosas se complican hasta tal punto que lo que iba a ser un apacible mes de agosto termina desembocando en un tormentoso y ardiente verano, en el que tanto Olivia como Thomas descubrirán que nadie es lo que parece…

3. La Sumisa Insumisa

La Sumisa Insumisa. Paula es trabajadora, treintañera, hiperactiva, freelance, divertida y ávida de experimentar la vida. Su curiosidad la lleva a un mundo totalmente inédito para ella: los chats eróticos. Lo que en principio comienza como un merodeo divertido por distintas salas acaba convirtiéndose en algo más en el momento en que conoce a AMOSAPIENS, un usuario con el que habla habitualmente acerca de su forma de entender el sexo y del que recibe continuas insinuaciones sobre la posibilidad de fantasear con una relación de dominación entre ambos. Aunque Paula es reticente, poco a poco comenzará a conocer las reglas de un mundo que acaba por no ser tan descabellado como le parecía y a cuestionarse sus propios límites. A través de una narración directa, audaz, íntima e irónica, Rosa Peñasco consigue bucear en la psicología y las reglas que rigen el universo de las prácticas sexuales más heterodoxas para mostrarnos las diferencias y las similitudes que guardan con las relaciones convencionales: el baile entre la comunicación y la incomunicación, la crudeza y el tacto, lo virtual y lo real, lo incompatible y lo complementario.

5.  Pídeme lo que quieras y Noventa Días. Tras la muerte de su padre, el prestigioso empresario alemán Eric Zimmerman decide viajar a España para supervisar las delegaciones de la empresa Müller. En la oficina central de Madrid conoce a Judith, una joven ingeniosa y simpática de la que se encapricha de inmediato. Judith sucumbe a la atracción que el alemán ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes… Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Eric empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de la relación.

6. El Secreto de la Condesa de Penassola. ¿Qué secreto de su misterioso pasado guarda la Condesa de Peñasola, cuya enimágtica vida une a Adelaida y Kayín, dos niños criados en mundos diferentes? El secreto de la Condesa de Peñasola es una novella ligera, tramada y ejecutada con efectismo decimonónico, lo que nos rememora los folletines o novelas por entrega de la época. La amistad, el amor, la pobreza y la memoria recorren las páginas de esta historia que se nos cuenta para reternos en el espectro de sus posibilidades.

7. El Libro de Jade. Si existe la encarnación española de E. L. James, pasada por tintes vampíricos y sobrenaturales, es Lena Valenti. Mientras la británica popularizó sus inicios con adaptaciones eróticas de Crepúsculo, esta autora barcelonesa esta alzándose como el fenómeno literario del panorama patrio con romances basados en mitología escandinava. Las escenas subidas de tono con vampiros y hombres lobo (Vanirios y Bersekers) triunfan entre una red de seguidores hiperactiva. Cada año se organiza una fiesta anual en torno a la saga Vanir (Valenti ha publicado cinco de las diez novelas que la conforman), hay juegos de rol comercializados, una línea de tatuajes, merchandising e incluso una bebida oficial. Este año, además, se estrenará un documental sobre el fenómeno.

8.  Readerotica, erotica for your electronic reader. Porque no hay nada mejor que poder leer erótica desde el anonimato que da tu Kindle o iPad, esta colección de historias cortas en inglés es gratuita y perfecta para medir tu atrevimiento en transportes públicos. Volumen 1, Volumen 2, Volumen 3, Volumen 4 y Volumen 5.

9. Inglés para pervertidos. Si te has descargado el eBook de arriba y no te enteras de nada, la modelo, actriz y escritora Venus O’Hara tiene la solución perfecta a las barreras del idioma. No sólo aprenderás que ‘foreplay’ son los preliminares del sexo o que las ‘Ben-Wa-Balls’ son las bolas chinas –por poner unos ejemplos–; esta guía desvela todo lo que tu profesor de inglés nunca te quiso explicar y te convertirá en una erudita sexual muysassy.

10. Delta de Venus. La literatura erótica le debe mucho a Anaïs Nin (1903-1977), amante de Henry Miller e hija del pianista y compositor español Joaquín Nin. Compañera de batallas de los surrealistas, sus relatos te permitirán hacerte una idea de cómo era el sentimiento antiburgués que se vivía en el París de entreguerras, ahondando en tabús de otros tiempos como el lesbianismo o el adulterio.

11. Claudine en la escuela. No podíamos mentar a Anaïs Nin y omitir a Sidonie Gabrielle Colette (1873-1954). Por haberse vengado de su marido adúltero bailando en el Music Hall parisino, por despojarse de las ataduras morales apostando por aventuras con otras mujeres y por defender los placeres carnales femeninos, esta escritora y periodista regaló a los lectores una de las mejores series de la erótica literaria: Claudine. Azotainas entre colegialas, profesoras que flirtean con alumnas y amantes desesperados. Claudine en la escuela desentraña el libertinaje de principios del siglo XX (se escribió en 1900) y su protagonista acompañaría a Colette paralelamente durante su vida. Lástima que en un principio la firma se la (auto)atribuyese uno de sus maridos, Willy.

12. Historia de O. Un clásico del género. Chocante y rompedora en su día por desenmarañar los secretos del BDSM (Bondage, Disciplina y Dominación, Sumisión y Sadismo, Masoquismo), la novela de la francesa de Anne Desclos (1907-1998), –aunque firmó el libro como Pauline Reáge y fue conocida como Dominique Aury–, actúo como una auténtica revolución en la Francia moralista de los 50. Prohibida durante años, la historia de la fotógrafa de moda que se embarca en el mundo de la perversión sexual por amor, multiplicó su fama gracias a la película que se estrenó en los setenta.

13. Lace. “¿Cuál de vosotras tres zorras es mi madre?”. Poco antes de convertirse en la dulce coprotagonista de Gremlins, Phoebe Cates entonó una de las mejores frases de la televisión barroca de los ochenta, aquella en la que los cardados y las hombreras estratosféricas eran uniforme oficial del tubo catódico. Emitida por Telecinco en los 90 como Lazos Secretos, la mini serie estaba basada en la novela de Shirley Conran, un superventas que rompió moldes 30 años antes de que Cincuenta Sombras de Grey acaparase titulares. Publicitada como “el libro que toda madre escondería a su hija”, la historia narra cómo una actriz del porno, abandonada al nacer, reúne a tres amigas para averiguar cuál de ellas es su progenitora. Imprescindible.

14. El rapto de la bella durmiente. Anne Rice no sólo ha escrito historias de vampiros. En los 80, bajo pseudónimo, ideó una trilogía erótica sobre la Bella Durmiente que ríete tú de Walt Disney. “Las mujeres tienen el mismo derecho a la pornografía que los hombres, y estoy hablando de pornografía literaria, literatura erótica. Si una mujer quiere ser abordada por un pirata, está en su derecho”, explicó al New York Times hace unas semanas, ahora que el tirón de E. L. James ha propiciado la reedición de su trabajo. Firmes creyentes del “y comieron perdices”, abstenerse. Aquí el Príncipe esclaviza sexualmente a una Bella que ya despierta desnuda de su hechizo.

15.  Por siempre Ámbar. Tal y como ocurre con E. L. James, la estadounidense Kathleen Winsor (1919-2003) fue ridiculizada por la crítica y venerada por el público. He aquí 972 páginas que desgranan el libertinaje sexual que se vivió en la corte del rey Carlos II de Inglaterra durante el siglo XVII. Beneficiada por la polémica que generó, Por siempre Ámbar estuvo prohibida en 14 estados en los años cuarenta. El fiscal general de Massachussets justificó el veto alegando las 70 referencias a encuentros sexuales, 39 embarazos ilegítimos y los siete abortos que aparecían en sus páginas y la Iglesia Católica tildó al libro de “indecente”. Las aventuras sexuales de la huérfana Ámbar, una heroína disfuncional para los cánones de la época, fueron edulcoradas en su adaptación a la gran pantalla en 1947, pero propició que Amber fuese uno de los nombres más populares en EEUU durante la segunda mitad del siglo XX.

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