¿Cómo es vuestro hombre? ¿El de verdad?

Llevamos tiempo dándole vueltas a Cincuenta sombras, a Christian Grey, al multimillonario cargado de traumas que se convierte en el amor puro y cristalino sueño de cualquier mujer. De la mano de Erika L. James llegaron primero Cincuenta sombras de Grey, después, Cincuenta sombras más oscuras. Y después, Cincuenta sombras liberadas. Fueron la corbata, el antifaz, las esposas. Esos tres libros de tapa azul con una ilustración plateada que nos volvieron locas a todas.

Hace unos meses empezaron a rodar la película. Que si Matt Bomer, que si Charlie Hunnam. Y fue Jamie Dornan. Y ella… qué decir de Anastasia, que si Alexis Bledel, que si Dakota Johnson… Poco a poco los personajes de la trilogía erótica fueron tomando forma en nuestra cabeza. Hasta que por fin sabemos exactamente cómo son, quién es quién, y hasta hemos visto algunos de los escenarios del rodaje.

Y… la realidad es que nosotras nos enamoramos también. También sentimos, vibramos, también somos pasionales y viscerales. Nos dejan sin palabras nuestros chicos. Nos enfadan a veces. Nos reconquistan otras. A veces, estamos tan conquistadas que no hace falta una reconquista: ya nos han ganado. Pero, ¿se parecen nuestros chicos a Christian Grey?

La respuesta es, casi sin miedo a equivocarme, que no, en un cien por cien de los casos. Los multimillonarios escasean, y los hombres impolutos también. Lo que sí tienen de Christian Grey nuestros chicos son las debilidades, las flaquezas, los miedos y los temores.

Hay una escritora española, Rossella Calabrò, que tuvo que leer Cincuenta sombras de Grey por motivos de trabajo: tenía que escribir una reseña. La escribió pero se quedó pensando en cuánto tenía de realidad aquello que acababa de leer. Y se dio cuenta de que prácticamente nada. Y de ahí nació Cincuenta sombras de Gregorio, un alegato al marido tradicional. Al hombre que tenemos en casa cualquiera de nosotras. Un marido que tal vez no sepa diferenciar la suela roja de unos Louboutin de la goma rayada de unas Adidas. Ni falta que hace, diría Rossella. El País habló del libro hace una temporada, y en la Biblioteca de dos amigas también le dedicaron una reseña.

Gregorio, el protagonista de su anti Cincuenta sombras, no tiene un Audi Spider, sino una motocicleta. No es en absoluto un superdotado en la cama, y todo lo que lee es el As. O el Marca. Cualquier diario deportivo.

Supongo que más de un hombre (de los que no consideraríamos a la altura de Christian Grey) se ha sentido aliviado al conocer la existencia de esta respuesta irónica a la pareja ideal que propone Erika L. James. Porque Rossella presenta un hombre que con el sí puede sentirse identificados, y con el que también pueden competir. Mirad cómo describe a su Gregorio: “Gregorio es, en mil maneras distintas, nuestro hombre. El que está en la cama sin soltar el mando a distancia, el que sólo lee las revistas de motos, el que olvida nuestro cumpleaños, el que se deja la piel de la cebolla al cocinar en el fregadero y no en la basura. Lola (su mujer) es la que se enoja, pero también es una mujer que sabe reírse”. 

Venga, contadnos cómo es vuestro chico. Si se parece o no a Christian, si hace deporte, si se olvida de vuestro aniversario y, a pesar de todo, es el mejor hombre del mundo.

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