“¡Mami!” Hace mucho frío, todo está frío, no quiero estar aquí.

Me duele la cabeza, me tiemblan los dientes, me tiemblan las piernas, los brazos y no puedo parar. Quiero que mamá me abrace y que pare este frío, pero ella sigue ahí tumbada, quieta y cuando me acerco a tocarla está todavía más congelada que yo.

El Hombre Malo tiene un palito de fuego y al hundirlo en su piel ella ni siquiera se mueve ni grita, con lo que eso duele…Mi graganta empieza a hacer ruido y sin poder contenerme utilizo palabras: “¡No!”- No quiero que le haga daño, ni siquiera quiero que la toque.

Empiezo a llorar porque no me hace caso, me coge el brazo y me hunde el palito luminoso en él. Quema, y no puedo apartarme, porque cada vez me aprieta más fuerte.

De repente, cuando miro hacia arriba hay más personas en la habitación y ni siquiera las conozco. Empiezan a pisar a mamá y a darle patadas, mientras yo continúo haciendo todos los ruidos que puedo y les pego a ellos para intentar que la dejen en paz.

Cuando por fin me miran, reconozco a Jack. Él me mira, con sus ojos llenos de odio y se acerca hacia mí, cogiéndome el brazo que tengo libre. Los dos me aprietan, me hacen mucho daño, ya ni siquiera puedo respirar, no puedo hacer nada… Pero puedo llorar.

Cierro los ojos y al abrirlos, Grace está al lado de mami, tumbada y quieta. Las demás personas todavía siguen ahí.

El hombre Malo me agarra fuerte del pelo, mi garganta intenta hacer un ruido, intento gritar, pero no puedo. Sin soltarme mira a Jack y sonríen para ponerse de acuerdo y empezar a pegarme. Me rindo, no puedo más, y recibo las siguientes patadas tumbado en el suelo, en silencio y llorando entre mamá y Grace.

Una vez mami me dijo que cuando el Hombre Malo me pegara, debía tumbarme y no hacer nada, no resistirme y pensar en otra cosa. Lo intento, como mami me dijo, y pienso en que podría escapar si no tuviera brazos para que ellos me sujetaran.

Pienso en Car, en Sun y en Blankie, que no puedo verlos por ningún sitio. “Jodido mocoso, ¡eres despreciable!”

“¡Christian! Oh, cariño, está bien, tranquilo, todo está bien…” Cuando abro los ojos, escucho un ruido y me doy cuenta que soy yo, que estoy llorando. Grace y Carrick también están ahí, pero Grace ya no está tumbada junto a mami. La miro y ella parece que está bien, pero no puedo parar de llorar, porque me cuesta sacarme la idea de que aún le pasa algo… como a mamá.

“Desearía poder abrazarte, Christian, ¡por Dios!, desearía tanto poder quererte mejor…” Grace está muy triste, y comienza a llorar, mientras se sienta a mi lado. Levanto la mano y le seco una lágrima que le cae por la mejilla y solo consigo que llore todavía más. Carrick se acerca y me sonríe.

“Solamente ha sido una pesadilla, chico, tranquilo. Todo el mundo las tiene, pero no son reales, y se pasan”.

¿Cómo puede pasar algo y que no sea real? ¿Cómo sé yo entonces qué es real y qué no? ¿Qué es real y qué es pesadilla? Quiero preguntarles dónde está mamá para que me ayude a tranquilizarme, sea buena conmigo y yo vuelva a estar feliz. Pero ahora Grace y Carrick están aquí y me sonríen, son ellos los que quieren tranquilizarme.

¿Se enfadará mamá si dejo que lo hagan? No quiero que se enfade pero yo quiero sonreír otra vez. Estoy muy cansado, solo quiero cerrar los ojos… y descansar para siempre, no abrirlos nunca más.

Bostezo y poco a poco dejo de llorar. Grace se da un beso en la mano y la acerca a mi pelo, para que yo sienta que me quiere. Mi cuerpo se estremece y quiere retroceder, pero no le dejo que lo haga y me quedo quieto, esperando que su mano me roce. Su mano no duele, solo se sienta en mi cabeza y siente mi pelo.

Quizás a ella le gusta jugar con el pelo. A mí me encanta hacer trenzas. Miro a Grace y ya no quiero retroceder.

“Tienes un pelo precioso, es muy suave y tiene un color muy bonito”.

Nunca he visto el color de mi pelo.

En el cuarto de baño de la casa donde vivía Jack, había algo en la pared encima del lavabo que servía para verte, para saber cómo era tu cara, tu pelo, pero yo era muy pequeño para llegar hasta allí.

“Mañana, haremos muchísimas cosas. Estoy muy contenta de enseñarte todo lo que quieras aprender, y de pasar tiempo a tu lado, Christian”. Grace parece muy feliz y mueve la mano dulcemente por mi pelo. Sonrío y voy a estirarme de nuevo en la cama, pero entonces Grace aleja su mano de mi pelo y yo me detengo y sujeto su mano con la mía, para que siga jugando con él.

Quiero que se quede conmigo y que siga contándome cosas, lo que sea, que siga hablándome así, tan tranquila, pero no sé cómo hacerlo.

Ella empieza a llorar. Odio tener la culpa de que la gente llore, odio ponerla triste y que llore por mí, porque entonces yo también estoy triste por ella. “Cariño, estas son lágrimas de felicidad,” – ¿cómo sabe ella lo que estoy pensando siempre? ¿Qué son lágrimas de felicidad?

No sabía que existían distintos tipos de lágrimas “estoy feliz de que dejes que te toque el pelo”.

Carrick se da la vuelta, “Os dejo solos, buenas noches Christian, que tengas felices sueños”.

No sé cómo decirle que espero que él también los tenga, así que solamente asiento con la cabeza, de la misma manera que hago cuando quiero decir que sí.

Carrick debe haberlo entendido porque antes de marcharse me mira y me devuelve la sonrisa.

Estoy muy contento de que también él pueda entenderme sin palabras. Grace sigue sentada en la cama, a mi lado y continúa acariciándome el pelo, suavemente.

“Estoy muy feliz de tenerte aquí, Christian. Estamos los dos muy ilusionados por tener a otro chico tan guapo en nuestras vidas, como Elliot, porque ahora somos una familia aún más grande. Él nos bendijo al llegar a nuestras vidas, y ahora la bendición es doble”.

Yo sigo mirando a Grace, pero no sé si sonreír o decir que sí con la cabeza, así que giro lentamente mi cabeza, y miro el techo.

“Sé que no nos ha dado tiempo para conocernos bien, pero yo ya te quiero y quiero que sepas que para mí ya eres especial y te llevo en mi corazón desde el primer día. Carrick también te quiere y Elliot está muy emocionado por tener un nuevo hermanito con el que poder jugar. Quizás algún día podrás hablar y decirnos que tú también nos quieres”.

Me gustaría decirle que yo ya siento que la quiero, quiero a Carrick e incluso a Elliot por querer jugar conmigo, pero simplemente la miro, callado. No puedo pensar en cómo explicárselo y eso me hace sentir frustrado, tal y como Grace dijo.

“Deberías dormir, pequeño. Quiero que mañana hagamos muchas cosas y no puedes estar cansado, incluso me he pedido el día libre para estar contigo todo el rato posible,” ¿En qué trabaja Grace?

El Hombre Malo siempre tenía trabajos para mami, ¿es que acaso alguien tiene también trabajos para Grace? Hay demasiadas cosas que no puedo preguntar sin utilizar las palabras y eso me enfurece y me pone muy triste.

“Cierra tus preciosos ojos y simplemente intenta descansar, me quedaré a tu lado hasta que te quedes dormido”.

Escucho muy atento todo lo que Grace me dice, porque mami me dijo que es bueno escuchar siempre a las personas. Ella no deja de acariciarme el pelo y recuerdo la vez que mamá lo hizo y yo me puse a llorar cuando paró, porque estaba cansada y quería dormir.

El recuerdo me entristece y de nuevo vuelvo a llorar. Creo que solamente derramo una lágrima pero Grace se asusta y aparta su mano de mí.

“Oh, lo siento, me has roto el corazón”.

Yo no quiero romper el corazón de nadie. “Vamos a intentarlo de nuevo, cierra los ojitos por mí”. Lo hago y empiezo a escuchar su voz, cantando una canción preciosa que nadie me había dejado oír anteriormente.

A veces, mami cantaba alguna canción pero nunca una tan dulce como esta, dedicada para mí. Trata de una madre que quiere mucho a su hijo, lo cuida y lo protege y va viendo cómo se hace mayor a su lado. Grace tiene una voy muy agradable y un pelo muy bonito.

Igual que mamá.

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