El rodaje de la película de 50 sombras de Grey ha creado tanta expectación que casi cada pequeña cosa que ocurre en el set salta a los medios de comunicación. Ya sea un perro que pasea por allí, la malagueño-estadounidense Stella del Carmen que va a visitar a su hermana Dakota a Vancouver, o las caras de frío de los productores entre toma y toma. A nadie se le escapa una cara ni un gesto. Y una de las primeras cosas que vimos del rodaje fue la escena que protagonizan Anastasia Steele (o Dakota Johnson) y su madre, Carla, en el aeropuerto de Georgia. Pero, ¿quién es la madre de Anastasia, la señora Adams?

Pues es Jennifer Ehle, una actriz que, como casi todo el elenco, está sólidamente consolidada pero no es especialmente conocida en el mundo del cine pese a haber tenido papeles en películas de la talla de los Idus de marzo. También participó en Robocop pero nadie recordará de ahí su nombre. Hay que reconocer, de todas formas, que bastante teníamos con recordar cómo se deletrea Arnold Schwarzenegger, ¿no creéis?

De todas formas hay algo de Jennifer que a mí me encanta, y es que consigue moverse entre papeles cargados de amor, de historias de mujeres con personalidades muy fuertes. Jennifer fue la Elisabeth Bennett de la versión de la BBC de Orgullo y prejuicio de 1995, y la Myrtle Logue de El discurso del rey, la estupenda esposa de Eduardo VIII. Y, ¿os cuento un cotilleo? Allá por finales de los noventa tuvo un romance con un jovencísimo Colin Firth, con el que compartía cartel en la miniserie basada en la novela de Jane Austen. Pero es que Colin Firth es también el coprotagonista de El discurso del rey. Parece que los destinos de Jennifer y Colin siguen ligados de alguna manera.

En cualquier caso tiene gracia que probablemente no haya dos historias de amor más distintas en el mundo que las que plantean Jane Austen y E.L.James y que, sin embargo, casen tan bien y acaben girando en torno a la misma persona: Jennifer Ehle. Probablemente Jane, con lo revolucionaria que fue en su época, se llevaría las manos a la cabeza al ver cómo Anastasia Steele está a punto de quemar las naves en más de una ocasión y de dejar de luchar por el hombre al que quiere. Y aunque no estoy segura de que la buena de Jane aprobara las prácticas poco ortodoxas de Christian Grey, le haría feliz ver que, después de todo, triunfa el amor.

Pero volvamos a lo que nos ocupa, que es Jennifer Ehle, y su papel como Carla Adams. No sé a vosotras, pero a mí es casi al personaje que más me costaba poner cara. Tal vez por la distancia emcional que tiene Anastasia con ella en la novela, o por la cantidad de prejuicios que rodean Savannah, la ciudad en la que vive, y a sus habitantes. Por eso al ver las fotos que se han filtrado del rodaje de Jennifer me he quedado un poco fría. Bien, vale, he pensado. Puede valer. También tengo que reconocer que sólo se la ha visto un momento (aunque guapísima y estupenda, con unos cuarenta y cinco años perfectamente llevados), y sin salir del coche, mientras Anastasia se acerca con una mochila enorme, una falda regulera y una camiseta con pinta de vieja. Además, era una de las primeras imágenes que teníamos de Dakota Johnson teñida de morena, por lo que el paso de Jennifer por el rodaje ha sido un poco sin pena ni gloria. ¿Las habéis visto? Aquí os dejo una, por si las moscas, que quiero que esté todo el mundo muy enterado.  No sé  qué tal va con la personalidad de Jennifer eso de haber pasado casi desapercibida, pero sabemos que estaba encantada y que se intercambió unos tweets (@jennifer_ehle) cariñosos con E.L.James. Y eso es lo que más me gusta, que se lleven bien. ¿No?

Y a vosotras, ¿qué os parece? ¿Os imaginabais así a Carla Adams? ¿O, como yo, imaginabais una mujer más vulgar, más… casi pueblerina?

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